Fádir significa padre en nórdico antiguo, un nombre que encarna nuestro deseo de que nuestras herramientas pasen de generación en generación, de padres a hijos. Queremos que dentro de muchos años sus nietos recuerden su infancia trabajando en el garaje de su padre o de su abuelo. En nuestra forja, cada hacha se elabora cuidadosamente a mano, y evitamos el trabajo a destajo para dar a nuestros herreros el tiempo y la dedicación que necesitan para crear grandes hachas. Nuestras hachas se someten a un proceso de postproducción mínimo, para que la integridad del proceso de forja siga siendo evidente.
Forjar y dar forma al hacha
Durante muchos años, nos hemos abastecido de acero en una pequeña planta metalúrgica de la región de Luhansk. Varios tipos de acero de allí se utilizaban para construir puentes, aeropuertos y estadios en todo el país. Pero cuando estalló la guerra a gran escala, se hizo imposible obtener materiales de la región.
Nos enfrentábamos al reto de encontrar un nuevo proveedor que cumpliera la calidad que esperábamos. En nuestra búsqueda, encontramos una gran empresa en Dnipro. Dirigida por una familia con raíces en la industria siderúrgica desde 1948, se convirtió en nuestro nuevo socio. El propietario hereditario, un verdadero maestro de su oficio, se aseguró de que su acero cumpliera las normas más estrictas. La calidad probada a lo largo del tiempo y certificada según normas estrictas era exactamente lo que necesitábamos para mantener la durabilidad y fiabilidad de nuestras herramientas. Esta asociación nos ha permitido seguir fabricando las herramientas de alta calidad que esperan nuestros clientes, garantizando que cada producto resistirá la prueba del tiempo y pasará de generación en generación.
Así, fabricada con una aleación especial de acero reciclado con un alto contenido en carbono, cada hacha Fadir comienza su viaje en el ardiente corazón de nuestra forja. El acero se calienta a 900°C antes de que nuestros hábiles herreros lo manipulen con destreza bajo la fuerza de una potente prensa, dando 80 golpes por minuto con la asombrosa cifra de 80 kg de presión por golpe. Este proceso permite que el acero se transforme gradualmente de materia prima a un filo finamente afilado para obtener un hacha acabada que es a la vez duradera y precisa.
Rectificado, templado y endurecimiento
Fabricamos las hachas del mismo modo que se hacían hace cientos de años y, por tanto, nuestros siguientes pasos son el afilado, el templado y el endurecimiento. El desbastado inicial da forma a la hoja, preparándola para el crítico proceso de templado. Calentamos el filo a 850°C y luego lo sumergimos rápidamente en agua, un proceso espectacular que proporciona una dureza excepcional.
Sin embargo, este procedimiento intensivo provoca tensiones en el acero, y aquí es donde entra en juego el proceso de endurecimiento. Para lograr el equilibrio perfecto entre dureza y flexibilidad, endurecemos el acero en un horno a 180°C durante una hora. Este endurecimiento a fondo alivia la tensión interna, haciendo que el hacha no sólo sea increíblemente dura, sino también resistente y duradera. Cada paso, desde el afilado hasta el endurecimiento, se realiza con cuidado y precisión, convirtiendo el acero en bruto en una herramienta fiable que durará generaciones.
Rodaje y afilado
Tras el afilado, templado y revenido iniciales, cada hoja se somete a un minucioso proceso de laminado con pequeñas bolas de cerámica. Este paso elimina cualquier resto de cascarilla y aumenta la resistencia a la oxidación, dando al hacha un aspecto limpio y pulido. A continuación, realizamos rigurosas pruebas de dureza e integridad para garantizar que el hacha cumple nuestros estrictos estándares.
Sólo después de superar estas pruebas afilamos y pulimos la hoja hasta dejarla afilada como una cuchilla de afeitar. Este meticuloso proceso, basado en la tradición, garantiza que cada hacha que creamos sea algo más que una herramienta: es un legado.La película favorita de la infancia de nuestro fundador es Commando. En particular, una escena en la que el personaje de Schwarzenegger ve el reflejo de su hija en la hoja del hacha dejó una impresión imborrable. Inspirados por este episodio, hacemos nuestro pulido a la perfección.
Colocación del hacha con el mango
Antes de recubrir el mango del hacha con aceite anticorrosión resistente al agua, se coloca cuidadosamente el mango de fresno en el mango del hacha. El mango se fija manualmente en el mango del hacha y se refuerza con una cuña de madera para garantizar su estabilidad y durabilidad. La madera de nuestras hachas es el fresno, elegido por su fuerza, resistencia al agua y durabilidad. Esto encaja perfectamente con nuestra filosofía de calidad: queremos que nuestras hachas pasen de padres a hijos, de generación en generación. Los fresnos que utilizamos no son sólo árboles.
Se traen desde las ricas tierras de Polesia y los Cárpatos ucranianos hasta nuestro taller en el extremo noreste del país. Este viaje, esta conexión con la tierra, hace que nuestras hachas sean especiales. Cada pieza de madera tiene su propia historia, una historia que está profundamente arraigada en nuestro patrimonio. Por ejemplo, las trembitas, las herramientas centenarias de nuestros pastores, también se fabrican con fresno ucraniano. Cuando el fresno recién cortado llega a nuestro taller, el aire se llena del aroma del bosque primaveral después de la lluvia. En días así, nos gusta especialmente nuestro trabajo.
Control y garantía de calidad
When we started making axes, it didn't go smoothly at all. We had to discard many defective tools and often found ourselves stuck, wondering if this idea would ever work out. It was surprising — and a bit flattering — that people still bought those early, flawed axes. Yes, we've come a long way with meticulous calculations, detailed drawings, and a solid quality control system. I'm genuinely proud of the tools we produce today.
Our commitment to high quality is more crucial than ever, as our axes are now used by the Ukrainian military. They're essential for building fortifications, improving life in tough terrains, and even preparing meals. It's a matter of pride for us that our tools stand as unbreakable as our defenders, supporting them in their noble mission.
Each approved axe comes with a protective leather sheath, ensuring it's ready for anything.